sábado, 29 de diciembre de 2007

Carta en dos entradas: antes de conocerte


Recuerdo haberte soñado de mil formas, tu perfume, el timbre de tu voz.
Casi podría decir que te reconocería en el momento que nuestros caminos se cruzaran por primera vez.
Durante años anidaste en mis deseos más profundos, ocupando cada rincón en mis pensamientos. Entraste en mis visiones subrepticiamente, escurriéndote por entre los rincones de mis juveniles fantasías.
Te construí como se construye un castillo en la arena, te fui dando forma, creando el dulce sonido de la voz que jamás escuché, imaginé tus ojos y ya no existió mayor pureza, la suavidad de tu piel, y el escozor de su cercanía.
Hasta te doté de un espíritu y cobraste vida, creciendo, sintiendo, amando. Tu corazón latió junto al mío al unísono de una sinfonía que jamás podrá ejecutarse. Nos elevamos y fuimos sólo uno.
Por años te esperé, a cada segundo imaginé verte en mil rostros desconocidos. Te busqué y en la búsqueda se me fue la vida.
Mis juveniles fantasías ya no son juveniles, y el tiempo, el mismo que me cubrió con su blanco manto, me dijo que tal vez no te conocía. Tal vez fuiste uno de los rostros que olvidé. Nunca podré saberlo.
Y en el minuto final, cuando todos los misterios dejen de serlo, sabré que siempre estuviste conmigo.

6 comentarios:

todas las cosas que vienen me recuerdan a ti dijo...

"Te construí como se construye un castillo en la arena"

"Y en el minuto final, cuando todos los misterios dejen de serlo, sabré que siempre estuviste conmigo."

Despotricador, hay amores, situaciones, que parecen dignas de toda imaginacion, pero la sensacion en el cuerpo nos indica que son reales, solo es cuestion de tiempo, para saber si esa sensacion nos deja algo realmente.

Un abrazo.

Ana dijo...

Hay cosas que se refugian allá en lo más hondo y todo se refleja en los ojos y es cierto que al tener eso de frente la sensación es que siempre estuvo ahi con nosotros, formándonos parte. Y eso es maravilloso. Lástima no se nos eduque para una vez encontrado, poderlo conservar, al gusto.

Abril Lech dijo...

Nos sucede tan a menudo! Ojalá la reencuentres. Todo es posible.

EL DESPOTRICADOR dijo...

Remus:
El problema es que a veces no contamos con el tiempo necesario, cuando al fin lo comprendemos suele ya ser tarde.
Un abrazo, hasta la próxima.

EL DESPOTRICADOR dijo...

Ana:
En primer lugar te agradezco la visita, y más aún el comentario.
Es muy acertado el comentario, a veces, casi diría que sólo una vez en vida (aunque hay excepciones) nos topamos con quien nos produce esa maravillosa sensación de familiaridad, esa certeza indescriptible de haber encontrado al ser indicado.
Lamentablemente, a veces no nos damos cuenta hasta que lo perdemos.
Es un gusto leer tus comentarios.
Un abrazo, hasta la próxima.

EL DESPOTRICADOR dijo...

Abril:
Me encantaría poder creer que todo es posible, aunque a veces las circunstancias de la vida parecieran antentar contra eso.
Es un gusto recibir tu visita y tu comentario. Ojalá se repita.
Un abrazo y hasta la próxima.