viernes, 28 de septiembre de 2007

Traiciones


Pater noster, qui es in caelis:

El látigo cruza despiadado. Una, dos, las necesarias. Nada parece ser suficiente, ya no es cuestión de merecerlo, tan sólo sentirlo. Uno tras otro se suceden, siguiendo el macabro ritmo, todo se trata de ritmo.

Cada marca es una herida del alma, ésas duelen y la agonía se polonga, aún cuando cierran las otras. Por eso sigue, el dolor mitiga, el dolor distrae. De esa manera, por dolor, se reconoce con vida, ya de no sentirlo sería un fantasma más. Uno más como los que le atormentan.

sanrificétur nomen tuum; advéniat regnum tuum; fiat volúntas tua, sicut en caelo, et in terra.

Seguir adelante, aunque su cuerpo se retuerza con cada laceración, debe hacerlo. Gotas de esa sangre maldita dibujan estrellas en las húmedas paredes de la celda. Los fantasmas regresan, cruel sadismo que destruye su cerebro. La locura sería la salvación, al menos una excusa. Pero no. Sabe que existen, que esperan pacientes, hábiles estrategas en procura del mejor momento para aplicar su estocada.

Panem nostrum cotidiánum da nobis hódie

Sólo su dolor le pertenece, nada más en este mundo, elecciones que supo hacer y a las que se debe. Y el ensordecedor sonido rasgando el aire y su carne. Los fantasmas no se alejan, ya el dolor no los espanta. Motivos de sobra para no detenerse. Carga con los espectros de su culpa, no será tan fácil alejarlos. El cuero abriendo surcos sobre donde ya hubo otros, y en cada uno de ellos un alma carcomida por su pasado se trasluce.

et dimitte nobis débita nostra, sicus et nos dimíttimus debitóribus nostris;

Ahora, compelido por el deber, su tortura se acentúa. Se sabe culpable, como juez y verdugo de sí mismo cumple con su pena. Su alma debe limpiarse, aunque en el camino se vaya la vida. Sabe que todos los días serán iguales. Su pasión es su destino. Su pasión fue su perdición. Y lo acepta. No hay opciones ante lo ya consumado.

et ne nos indúcas tentatiónem; sed líbera nos a malo.

Sus fuerzas ya no le acompañan, largo ha sido el martirio, su cuerpo no podrá soportarlo demasiado. Su alma se niega a ceder. Y debe callarla. Con los últimos exhalos del pesado aire escapa el aliento de la vida. Todo debe terminar. Pero no hay luz al final del túnel.
Cae el látigo, ya sus brazos no darán su mortal silbido. Es momento de descansar, aunque para él no hay descanso. Sólo silencio, sólo dolor. Un fantasma más. Una eternidad de dolor no será suficiente para lavar sus errores.
No hay peor pecado que la traición.
No hay peor traición que la de nuestros propios ideales.

Amen.

4 comentarios:

todas las cosas que vienen me recuerdan a ti dijo...

Tu relato me hizo recordar un aforismo de cioran que leí esta semana y decía lo siguiente:
“En la pared, un grabado que representa el ahorcamiento de los partisanos gascones, cuya mirada irradia sarcasmo, hilaridad y éxtasis. Parece que no tuviesen mayor temor que el de ver concluido su suplicio…
Uno nunca se sacia del espectáculo de esta dicha inenarrable y provocadora.”
No se cual es el motivo, pero inmediatamente recordé este párrafo.
Realmente “el padre nuestro” fue incluido en tiempo y forma.

EL DESPOTRICADOR dijo...

"Vivir es sufrir" dijo Schopenhauer.
Mucho del sufrimiento por el que tenemos que atravesar es autoimpuesto, pero ciegos, seguimos mirando al cielo buscando explicaciones que se encuentran en nuestro ser. De allí las eternas búsquedas de la felicidad, que fracasan antes de empezar, porque no se sabe lo que se busca.
Sigo tratando de encontrar obras de E. Cioran, pero en las verdulerías disfrazadas de librerías que hay por estos lados no tienen ni la más pálida idea de lo que les estoy hablando... Así que sigo con lo que puedo encontrar por la red.
Como siempre, te agradezco el comentario y la recomendación... (espero tener más suerte esta semana con las librerías)
Un abrazo.

todas las cosas que vienen me recuerdan a ti dijo...

Te envio una direccion donde podras leer un reportaje muy interesante de cioran, mientras tanto de ese modo tenes algo, . http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/concioran.pdf

EL DESPOTRICADOR dijo...

Muchas gracias por el dato, y mis disculpas por no haber podido contestarte antes, he tenido algunos inconvenientes de salud durante esta última semana que hicieron que no me pudiese conectar.
Un abrazo.