viernes, 12 de octubre de 2007

Cafetín del alma


Tu aroma evoca lugares. Allá profundo, en los sórdidos rincones del alma. Siempre has sido mi compañero más leal, transitando junto a mí los años de solitarios pensamientos, de noches silenciosas.
Tu vapor, néctar divino, cruzando el aire, dando eternos arabescos en constante danza con el infaltable cigarrillo.
Tu aroma evoca esos años, tiempos de sueños estudiantiles, cuando eras el libro más importante. Omnipresente, tenstigo mudo de discusiones y confesiones, siempre allí sin pedir más que ser disfrutado.
Nunca has pasado desapercibido, tu perfume inunda habitaciones, invitando con tu aroma cautivante el placer de tu deleite.

En aquella mesa junto a la ventana, donde el mundo giraba dejándonos en el andén, esperando horas que no deséabamos ver, al refugio de tu candor, recorriendo mi cuerpo, absorviendo el tuyo.
Muchos se sentaron frente a nosotros, sólo tu figura permanece, algunos fueron desvaneciéndose de mi memoria, hoy son desconocidos a quienes apenas saludo. Rostros, ideas, palabras, algunos que no volveré a ver y otros que sobreviven en el recuerdo.
Hoy transito esos caminos perdidos con mi mente, nuestra mesa junto a la ventana, vacía. Ya no es lo mismo sin nosotros, aquel viejo cafetín, escenario de juveniles utopías y el fuego que templó entrañables amistades.
Todavía estás conmigo, aunque los años pasen, aunque los lugares cambien, hoy sos mi compañero de noches en vela, de conversaciones y discusiones, testigo de nuevos sueños y remozados ideales.

Y aún cuando paso por nuestra mesa junto a la ventana, se me dibuja una sonrisa recordando tan valiosos momentos, ahora que el cafetín es otro, la esencia sigue siendo la misma, mirar por la ventana, mientras acaricio tu cuerpo con la cucharita y te dedico estas palabras...

Mozo... otro cafecito bien cargado, como siempre...

3 comentarios:

Negrolosz dijo...

Así como lo describís es como se ve la vida, sentados junto a la mesa de un cafetín viendo la vida pasar y como esta pasa por uno.
Como el viejo Bruno Diaz me di un vuelta por este cafetín.

Un abrazo

EL DESPOTRICADOR dijo...

Siempre hay una silla en la mesa del cafetín para un amigo...
Un abrazo y hasta la próxima.

Juan dijo...

Es una cosa universal esa de sentarse en un café a ver pasar y pensar sobre la vida... Nunca se está realmente solo en un café.